Seremos como Cuba... ¡aunque sea a las patadas!

Primero la Constituyente, después la nueva Constitución. Luego la reelección. Referendos. Estatizaciones. Hegemonía de poderes: Asamblea Nacional roja rojita, CNE tramparente, Tribunal Supremo vendido. Control de los medios de comunicación y limitaciones a la libertad de expresión. Desde el 4 de febrero del '99 estamos diciendo: "No bueno, pero es que es distinto, nosotros nunca vamos a llegar a lo de Cuba..."

Y cada nuevo día esto hiede más a Cuba.

Amnistía Internacional lo expone en su más reciente informe sobre Venezuela: torturas, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas. Civiles, periodistas, mujeres, niños: acá, para ser blanco de ataque, basta con no ser rojo. Y por sobre todas esas violaciones, la impunidad.

¿Qué es lo que nos diferencia, entonces, de un régimen totalitarista, sea de izquierda o de derecha? ¿Cuánto más hay que soportar para que esto deje de llamarse democracia?

¿Cuántos golpes, planazos, patadas? ¿Cuántas aberraciones más tenemos que soportar de los milicos sonrientes para darnos cuenta de que esto es el verdadero totalitarismo?

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Escasez

- Buenas noches jefe, por favor. Quisiera un batido de patilla.
- Patilla no hay.
- Esteeee… bueno, tráigame un 3 en 1.
- …pero será sin zanahoria. La zanahoria se nos acaba de terminar.
- Ah carajo… bueno, ¿lechoza tiene?
- Lechoza sí. Fresquecita.
- Tráigame uno de esos. ¿Y tu mi amor?
- Un batido de lechoza, pero sin azúcar.
- Saaaalen dos batidos de lechoza.

Esta conversación ocurre día a día, en cualquier lugar de Venezuela.

- Disculpe, la lechoza se nos terminó. Tenemos mango, papelón, guayaba, fresa.

No importa si es en la ciudad, en el interior, en un restaurant mierdero o uno finísimo.

- Bueno, uno de mango para mí. ¿Tu que quieres mi amor?
- Mango también. Pero sin azúcar, por favor.
- Saaaaaaalen dos batidos de mango.

Día a día, la misma situación.

- Ajá. ¿Mango sin azúcar?
- Por aquí.
- ¿Fresa por adónde?
- ¿Fresa? Nadie pidió fresa…
- Era uno de mango sin azúcar y uno de fresa.
- No, eran dos mangos, uno sin azúcar.
- No, uno de mango sin azú…
- No importa, déme el de fresa.
- ¿Están listos para ordenar?
- Sí por favor. Yo voy a querer una arepa de pernil con amarillo.
- Pernil se nos terminó, campeón.
- Este… ¿reina pepeada?
- Ajá… una reina pepeada… ¿y para la señorita?
- Una de queso de mano.
- Queso de mano no tenemos. Pero el guayanés está fresquecito, nos llegó esta mañana.
- Déme una de esas, por favor. Sin mantequilla.
- Entonces la orden es una reina pepeada, una de guayanés, sin mantequilla. ¿Está completa la orden?
- Si.
- Ya mismo salen.
- Coño… mi batido tiene azúcar.

Hemos llegado al punto en que pareciera que lo único que hay en Venezuela es escasez. A la escasez de las cosas más elementales se le suma una escasez peor: la escasez de educación, la escasez de un buen servicio. Y lo peor es que nos vamos acostumbrando a eso.

- La reina pepeada estaba buenísima.
- El tipo tenía razón. El queso guayanés si estaba fresco. En 1982.

Y cada vez la cosa empeora y nadie parece molestarse con eso.

- Jefe, cóbrese por favor. Dos batidos de mango, una reina y una de guayanés.
- Son 19.700.
- Aquí tiene.
- Disculpa, el consumo mínimo con tarjeta de crédito son 20.000.
- ¿Aceptas tarjeta de débito?
- Es que no tenemos comunicación con el banco.
- Ah carajo… ¿mi amor, tienes efectivo?
- Si, aquí tienes. Un billete de cincuenta mil.
- ¿No tienes más sencillo? No tengo nada de vuelto.
- No… eso es todo lo que tengo.
- Bueno, te quedo debiendo 300.
- Disculpa… ¿adónde me queda el baño?
- Está cerrado: no hay agua.

No todo es tan malo: sí hay basura tirada por todos lados, si hay huecos en las calles, si hay muertos, si hay robos, si hay indigentes, si hay pobreza.

El último que salga, que apague la luz. Cagá e país.

Oswaldo Guillén

Creo que pocas personas resumen tan perfectamente los males que tienen a este país vuelto mierda como Oswaldo Guillén. El tipo es grosero, ordinario, chabacano y hace que cualquier mérito que haya tenido en el campo jugando o en el banco dirigiendo se olvide fácilmente. Indudablemente fue exitoso como manager, además que sacudió un poco el adormecido mundo de las Grandes Ligas; pero esto al parecer le dio derecho para erigirse en una especie de semidiós con capacidad para juzgar a todo el mundo. El problema no es ese, sin embargo: el problema es que sus críticas las hace de la manera más ordinaria posible y que además tiene "tolerancia cero" cuando el blanco de la crítica es él.

Una cosa es tener una manera de conducirse apasionada, pero el llevarse por el medio a todo el mundo, el creerse más y mejor que todo el mundo, el sentirse con derecho a meterse en todo, lo hace un triste ejemplo de como los venezolanos nos estamos comportando día a día.

Ha peleado con todo el mundo: con la prensa venezolana, con la prensa estadounidense, ha criticado a los venezolanos que emigran, ha criticado a los homosexuales... y pare usted de contar. Poco a poco el respeto y la admiración que logró en Venezuela y en Chicago se van transformando en un repudio silencioso a su manera de ser.

Aquí está una muestra de la última "gracia" de Guillén. Un periodista entrevista a AJ Pierzynski, catcher de los Medias Blancas, que está molesto por una decisión de Guillén. Guillén, que escucha el programa, llama a responder. Y no le importó ni siquiera que el periodista fuera amigo suyo... Cuando le reclaman al final, cuelga como todo un cobarde.





Cagá e país...

Cagá e' País futbolero

Nada mejor que un gran evento deportivo para engrandecer el espíritu nacional. Nuestro gran evento deportivo de turno, la Copa América 2007, nos sirve de marco para notar cómo seguimos y seguiremos siendo una cagá e´país -la Copa aún no empieza, la Vinotinto sigue aún con vida, pero ya estamos condenados.

Nuestros maravillosos creativos publicitarios crearon una espectacular pieza que busca -sólo eso, busca- llegar a la más sensible -¿sensiblera?- fibra nacionalista venezolana, con un mensaje de unión, paz y mucha gaseosa.

¿Qué mejor forma de destacar nuestro venezolanismo que copiando el mismo comercial que los argentinos han estado repitiendo desde hace unas cuantas Copas del Mundo?

¿Bienvenido? a Caga e Pais

Cuando sientes impotencia de ver el estado de las cosas...
Cuando ves día a día que nada funciona...
Cuando ves que siempre se puede estar peor...
Cuando te das cuenta que el destino parece haberse ensañado contra Venezuela...

sólo puedes decir "Cagá e País"

Si las frases anteriores te identifican, entonces eres bienvenido a Cagá e País. Aquí no se perdona a nadie. Todo aquello que hace que Venezuela se hunda cada vez más en el Tercer Mundo, tiene cabida aquí. Sea del color que sea.





Sálvese quién pueda.