martes, 22 de mayo de 2007

Escasez


- Buenas noches jefe, por favor. Quisiera un batido de patilla.
- Patilla no hay.
- Esteeee… bueno, tráigame un 3 en 1.
- …pero será sin zanahoria. La zanahoria se nos acaba de terminar.
- Ah carajo… bueno, ¿lechoza tiene?
- Lechoza sí. Fresquecita.
- Tráigame uno de esos. ¿Y tu mi amor?
- Un batido de lechoza, pero sin azúcar.
- Saaaalen dos batidos de lechoza.

Esta conversación ocurre día a día, en cualquier lugar de Venezuela.

- Disculpe, la lechoza se nos terminó. Tenemos mango, papelón, guayaba, fresa.

No importa si es en la ciudad, en el interior, en un restaurant mierdero o uno finísimo.

- Bueno, uno de mango para mí. ¿Tu que quieres mi amor?
- Mango también. Pero sin azúcar, por favor.
- Saaaaaaalen dos batidos de mango.

Día a día, la misma situación.

- Ajá. ¿Mango sin azúcar?
- Por aquí.
- ¿Fresa por adónde?
- ¿Fresa? Nadie pidió fresa…
- Era uno de mango sin azúcar y uno de fresa.
- No, eran dos mangos, uno sin azúcar.
- No, uno de mango sin azú…
- No importa, déme el de fresa.
- ¿Están listos para ordenar?
- Sí por favor. Yo voy a querer una arepa de pernil con amarillo.
- Pernil se nos terminó, campeón.
- Este… ¿reina pepeada?
- Ajá… una reina pepeada… ¿y para la señorita?
- Una de queso de mano.
- Queso de mano no tenemos. Pero el guayanés está fresquecito, nos llegó esta mañana.
- Déme una de esas, por favor. Sin mantequilla.
- Entonces la orden es una reina pepeada, una de guayanés, sin mantequilla. ¿Está completa la orden?
- Si.
- Ya mismo salen.
- Coño… mi batido tiene azúcar.

Hemos llegado al punto en que pareciera que lo único que hay en Venezuela es escasez. A la escasez de las cosas más elementales se le suma una escasez peor: la escasez de educación, la escasez de un buen servicio. Y lo peor es que nos vamos acostumbrando a eso.

- La reina pepeada estaba buenísima.
- El tipo tenía razón. El queso guayanés si estaba fresco. En 1982.

Y cada vez la cosa empeora y nadie parece molestarse con eso.

- Jefe, cóbrese por favor. Dos batidos de mango, una reina y una de guayanés.
- Son 19.700.
- Aquí tiene.
- Disculpa, el consumo mínimo con tarjeta de crédito son 20.000.
- ¿Aceptas tarjeta de débito?
- Es que no tenemos comunicación con el banco.
- Ah carajo… ¿mi amor, tienes efectivo?
- Si, aquí tienes. Un billete de cincuenta mil.
- ¿No tienes más sencillo? No tengo nada de vuelto.
- No… eso es todo lo que tengo.
- Bueno, te quedo debiendo 300.
- Disculpa… ¿adónde me queda el baño?
- Está cerrado: no hay agua.

No todo es tan malo: sí hay basura tirada por todos lados, si hay huecos en las calles, si hay muertos, si hay robos, si hay indigentes, si hay pobreza.

El último que salga, que apague la luz. Cagá e país.

1 comentario:

Charlie Red dijo...

¿Hay caraotas? No, no hay. ¿Y pollo? Se acabó estam mañana tempranito. ¿Y carne? Había pero la gente está comprando demasiada carne, más de lo que realmente consume.

¿Qué hay entonces?

...

Bueno, acá hay de todo, menos todo lo que usted está buscando.

(Sólo espero que no se acaben las sardinas).